Abogado (Universidad Católica de La Plata - 1988).

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Quilmes, Buenos Aires, Argentina

domingo, 20 de marzo de 2022

Azotes

Azotes

(que afligen, que generan pensamientos y cuestionamientos, que provocan a los verbos rebelar y dudar… que llevan la marca de la certeza… o de los recuerdos)

 

Los azotes… castigo antiquísimo… no laceraban siempre de la misma forma; así como, generalmente, no impactaban en idéntica parte del cuerpo/espalda… El “dibujo” de sangre que dejaban en la piel, bien podía entrecruzarse como encrucijadas de la vida… Los azotes se padecían (y padecen)… Espejo mediante, por supuesto si lo había, permitía al azotado, con posterioridad, ver la “cara” y las consecuencias de los azotes… aquellos que, desde el impacto, sentía que estaban allí… y que ahí se quedarían…; incluso verlos al derecho, si habían sido infringidos patas arribas… Muchos azotados se doblegaban… otros no… pero, en ambos casos, el azote los marcaba causando dolor, llanto, impotencia, etc. El azotado, infinidad de veces, elevaba su mirada al Cielo mientras, aquí en la Tierra, penaba… Si el castigo no era privado, personas allegadas al azotado observaban el suplicio… pero nadie ocupaba el lugar del padecimiento… Lo más cercano que tenía el azotado era su poste… su sudor… los “mingaus” de su boca… sus lágrimas… sus amarras… y, a metros, sus congéneres. El azotador podía ser un verdugo o esconderse en un “amigo” que “olvidaba” y/o traicionaba… A lo mejor, en la virtud del azotado, estaba su “pecado” o error. Sus convicciones y principios, sus ideas e ideales, sus resoluciones, no le facilitaban el camino al infeliz; por el contrario, además, le servían a “otros”, les allanaba el sendero, para tomar decisiones “sin culpa” porque, por caso, era el azotado quien se había ido o alejado (“tú te fuiste”, “tú te alejaste”); pero casi nunca, “aquellos valores” del azotado, se analizaban hasta las motivaciones… es como que el azotado “facilitaba” el “desembarazamiento”… Nadie se percataba que, a veces, el primer síntoma de la enfermedad es el malestar…; que el azotado no tenía cabida, estímulo, espacio; que, en realidad, no se había ido, sino que lo habían echado… Su individualidad, bien podía no ser opuesta a la “grupalidad”; sino a la masificación de pensar igual o de no pensar…    

¿Este escrito me rehuyó? ¿O yo, al no tener la voluntad de épocas pasadas, ante cualquier circunstancia, buscaba la forma de escabullirme…, sin éxito, de los azotes…?

Cuando la única realidad es una ilusión, entonces, ilusión es realidad… aunque sea una esperanza imposible…

Hay ideas que arden en el alma… y, a la vez, quieren huir de los ensueños…; o, precaviendo, escapar del dolor…

Hace un -1- año, aproximadamente, escribía en mi nota “Ojos de alcoba” (clic aquí: http://drdanielrosano.blogspot.com/2021/02/ojos-de-alcoba.html): 30° Aniversario [del MERCOSUR]… transcurrir… y acerca del “Tiempo” discurre Bolívar en su “Delirio sobre el Chimborazo”… También son mis años… donde, de variadas maneras, pude plasmar substancia y el “sabor” de los momentos que aún conservo y creo que nunca perderé. Si la corporizo, dama turgente, hace tiempo que la integración regional no visita mi alcoba… Es como un recuerdo que flota…. Vaya qué azote, a propósito de lo anterior, el tango de Celedonio Flores “Tengo miedo”…; y, particularmente, la siguiente estrofa: “…Yo te ruego que no vengas, tengo miedo de encontrarte, porque hay algo en mi existencia que no te puede olvidar… Tengo miedo de tus ojos, tengo miedo de besarte, tengo miedo de quererte y de volver a empezar...”.

Cuántos dirigentes políticos, y de diversas instituciones, son incapaces de sentir vergüenza… Su interés personal les nubla el juicio correcto acerca de lo que debe ser la política o el proceso de integración regional… En este último caso, en la vida de esos “dirigentes” -que, sin jerarquía, sólo disfrutan y mantienen sus privilegios-, no han puesto -siquiera- ni un reflejo de integración regional… Si se les quitara el saco y la corbata, o sea el disfraz, no queda nada…

No esperé nada bueno del Gobierno de Cambiemos. No me equivoqué. Pero hoy el problema es el actual Gobierno… (al cual voté en 2019), que rebasó el vaso… De la alegría del amor que, a veces, nos vuelve más humanos, a la agonía del amor que destruye… Es difícil creer en un futuro si se siente que los miserables, frívolos, sectarios y fanáticos parece que nunca dejarán de tener un protagonismo superlativo. Adhiero a las ideas nacionales y populares; pero, con estos actores, siento pena y quisiera librarme de nostalgias… El Frente de Todos (o de algunos o de nadie) me figura la tristeza de la propia esterilidad. Ciertos “horrores” cometidos son, francamente, indefendibles… Y, otra vez, ese Peronismo, el de la Justicia Social, mancillado... y aumentando su descrédito.

Agrego pensamientos (azotes) nuevos: como la derrota y la incolumidad. O que taumaturgia es lo que precisa la integración regional. O como el borgiano Benjamín Otálora, que ha visto que han sido ilusorias todas sus conquistas... como cuando estamos frente a la desintegración.

A casi quince -15- años de los “Cielos desperdiciados” (clic aquí: http://drdanielrosano.blogspot.com/2017/05/cielos-desperdiciados.html) (2007-2022) estoy convencido, que todo lo que tenga que ver con el COADEM (https://www.coadem.org/), después de casi veintinueve -29- años de su fundación, ya no es para analizar, ni para discutir…; es para resolver y transformar… (sería vergonzante para la matrícula si ésta conociera del tema). Lo mismo cabría afirmar de MERCOCIUDADES (https://mercociudades.org/).  

 Creo, con total sinceridad lo escribo, que MERCOCIUDADES quisiera ser, o constituirse, como una “marca”; y, si fuera posible mejor, de paso dejar atrás, como un “producto” que busca independizarse, toda referencia al MERCOSUR que, antes, signaba su destino. Ya que desde hace tiempo viene consolidándose la tendencia ut supra descripta, y recordando que el “nombre” de MERCOCIUDADES está (y orgullosamente estuvo) asociado al MERCOSUR, ¿por qué no se deciden de una vez y le cambien la denominación a la querida Red de Gobiernos Locales? De esa manera se librarían, definitivamente, de “asociaciones”, en apariencia, indeseadas…

Pensar con el deseo, no conlleva a “al fin andar sin pensamiento”.

No acepto el abandono, el olvido o la traición.

De pronto, “el orden aleatorio del reproductor”, me sorprende con “O mundo é un moinho”… Me desgrano con su letra y con cada acorde de la melodía… mientras, confieso, que no puedo dejar de pensar en la derrota y en la incolumidad; como tampoco, en la sociedad injusta.

O mundo é um moinho – Gilson Peranzzetta y Mauro Senise

 

El verbo desintegrar está siendo conjugado en el “presente”. Ocurre ante nuestros ojos… basta con mirar… (y, en esto, incluyo a la colegiación abogadil… para la cual, principalmente en mis últimos años de participación en ella, resulté una incomodidad…). Parecería que hay momentos en la vida en que nos enfrentamos a la revelación… a lo que depara el destino…

¿Atravesé la integración regional o fui atravesado por ella? La viví y recorrí… ¿Será que, “todavía”, estoy “regresando” de ella transformado?

¿Volverá a estar en mi horizonte… predestinada? O pertenece, decididamente, a mi pasado?

Por más que el cielo esté, apenas, aborregado, desde dentro del olvido, se dificulta, generalmente, ver las estrellas…

¿Qué hacer con la razón después de tantas heridas?

Preciso aprender a ser só – Elymar Santos

 

El dolor puede ser del tamaño de la felicidad que un día sentimos…

A veces tengo la sensación que una eternidad me separa de antiguas primaveras… de algunas serenidades y dichas… de algunos afanes… de muchas personas… de un reinicio… o de un regreso…

La historia no “gira” siempre para el bien… A mi entender, eso estaría aconteciendo en el MERCOSUR; y, sobre todo, en nuestro país… con un Gobierno que hace reverdecer al neoliberalismo; y ello así, por errores y horrores del Frente de Todos (que, hace dos -2- años, no imaginaba)…; que no escuchó, ni escucha; que no comprendió ni comprende, los gestos que la gente reclamaba y reclama…

He observado, en las últimas elecciones (noviembre de 2021), cuán exagerada está la territorialización de la política. Para mí, a grados absurdos. En el caso de Quilmes, he visto festejos de “compañeros” en un barrio sin importar que, al lado, en otra barriada del distrito, había ganado la oposición. Y en la Provincia también… Asumiendo los riesgos de ser considerado un irredento sensitivo, qué iluso he sido… pensando tantas veces (y actuando en su consecución) en una Patria Grande cuando, queda al desnudo, que cada vez importa menos la Patria Chica (que vendría a ser la República Argentina) y se sobrevalora, y hasta exacerba, la “Patria Chiquitita” de un Municipio… o la “Patria Chiquitísima” de un barrio de tal o cual municipio…

La historia arrojó semillas de integración regional en nuestra América. No siempre hemos estado atentos a esa siembra y a la altura de las circunstancias.

En una suerte de paráfrasis de Julio Cortazar, la integración regional es inmanente a América del Sur… porque es la misma América del Sur defendiéndose… (malograda UNASUR…).

Sin embargo, a la integración regional, la están haciendo abrazar a la inconsistencia… a la intrascendencia… al retroceso… en fin, a la erosión. La realidad sudamericana, hiere a la integración regional. ¿Alguna vez la integración regional escribirá más que el índice y el prólogo de su libro?

 ¿La muerte dará alcance al MERCOSUR? Y si así fuera, me será posible asumir la atrocidad? El fantasma del COMCOSUR -http://biblioteca.municipios.unq.edu.ar/modules/mislibros/archivos/COMCOSUR.pdf-, como pretendiendo agigantarse a la geografía del MERCOSUR, me ha hecho, y está haciendo, compañía…

Homero Manzi, en el tango Horizontes, escribió “olvidar es vivir…”. Sin dudas, el Poeta tenía razón…

Para encontrar un nuevo amor – Gogó Andreu

 

Pienso en Alejandro Casona y en el perdón… que, como la integración regional, es un concepto y una vivencia… que lleva consigo semillas de milagros y esperanzas…

Sin embargo, y asumiendo que, quizás, no constituya la mejor descripción, en mi opinión, la integración regional parece ser el paraíso de la perpetua frustración…

Hay experiencias que abonan lo que sostengo en el párrafo antecedente… Al menos para mí, una muy reciente, fue escuchar el discurso del Presidente Alberto Fernández, el 1 de marzo de 2022, por ante la Asamblea Legislativa cuando, en referencia, consignó: “…Fomentamos el diálogo en nuestra región superando diferencias que existen. Promovemos el diálogo constructivo con nuestros socios del Mercosur…”. ¿? Me aqueja el estupor… El Gobierno que encabeza el Presidente, es como una sombra de un pesar…

Hoy por hoy, la integración regional es un desafío para los Gobiernos del MERCOSUR y ciertas Instituciones? Creo, sinceramente, que no. Y agrego, en sintonía con lo ya explicitado, para algunos políticos y dirigentes es una “conveniencia” “figurar”. No están dispuestos a hacer nada… (hay excepciones, por supuesto). La voluntad de “integrar” dónde está? Todavía somos parte de un pasado/futuro que nos guía?

¿Será que existen los “instantes eternos”?

Tristeza de nós dois – Agustín Pereyra Lucena y Elena Uriburu


Quilmes, 20 de marzo de 2022.