Abogado (Universidad Católica de La Plata - 1988).

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domingo, 21 de enero de 2018

Ojos azucarados



Ojos azucarados

(bellísima expresión que tomo de la inspiración
del escritor mexicano Juan Rulfo)

Siendo las confesiones buenas para el alma…, yo confieso que desde que le escuché decir al Presidente de la República Oriental del Uruguay, Tabaré Vázquez (en la última Cumbre de Jefes de Estados del MERCOSUR celebrada, el 21 de diciembre de 2017, en Brasilia), que la “…integración no es amor…”, es como que se hubiese inoculado en mí un antígeno… y la reacción que produjo fue que no pude dejar de pensar en esa afirmación… no constituyendo la intención de esta nota realizar una exégesis de toda la exposición del Presidente Tabaré Vázquez.

Por las señales que de súbito aparecieron procedí, como nunca, a auscultarme tanto como a examinar mi ángulo y nervio ópticos… arribando a la conclusión que contraje (por los síntomas, aconteció hace mucho tiempo atrás) el “síndrome de ojos azucarados” frente a la integración regional…

Y cuando a uno lo “aqueja” el síndrome, se atreve con candor a decir que, comulgar con los ideales de una “superior” integración regional, es una oportunidad para rebasar nuestra, la propia, temporalidad…

Es por ello que escribí, en la presentación de este Blog, como una suerte de profesión de fe, “creo en la integración regional”.

Es también indicativo del síndrome, adscribir a una integración regional que debe propender a estar completa de ciudadanía… pues está repleta de historia… y ese destino común, que es la Patria Grande, debe pervivir más allá de nuestras “temporales” historias…

En el reconocimiento de los prohombres de la integración regional, en la impronta que nos legaron, es donde se debe abrevar… para hallar o recobrar las fuerzas para acometer lo que haya que ejecutar… que será también la lucha, con entereza y responsabilidad, por aquellos a quienes, por amor, llamamos a la vida…

Antes de continuar, permitan una digresión (que, en el fondo, no es tal)… Por lo expuesto, es que concluí mi anterior publicación en este Blog (me refiero a Repudio - http://drdanielrosano.blogspot.com.ar/2018/01/repudio.html - ante la disolución, por parte de la Gestión del Intendente Molina del espacio político Cambiemos, de la Dirección General de Relaciones Regionales, Intermunicipales e Internacionales - que se constituye en un retroceso con eventuales implicancias en la competencia por alcanzar un lugar propio en un mundo globalizado… afectando, claramente, el interés municipal…) diciendo: “volveremos…” (no me atrevería a decir cuándo…), pero volveremos… así lo siento y anhelo… y será preciso…, será preciso para ir hacia adelante…, para reconstruir…, sí… para reconstruir lo que dejarán aquellos que no se reconocen en un marco mayor de un subcontinente… para incluir a los municipios en el gran sueño de la Patria Grande”.

Los que “padecemos” este “síndrome de ojos azucarados”, visualizamos a la Patria Grande como una unidad dentro de una gran y rica diversidad… y pensamos que no alcanzará nunca con una integración regional con preponderancia del comercio y la economía… Desde ya, que no se le debe quitar importancia a estas dimensiones… pero no bastan… como tampoco bastaría la razón o la normativa pura… El alma de la integración, como la del hombre, no es sólo mercado, razón y/o norma… como pueden creer algunos economistas o intelectuales… En la integración se cobijan la historia, la cultura, los mitos, las leyendas, los sueños, las costumbres, la música, la fraternidad, la pasión, las tradiciones, los símbolos (en la Bandera del MERCOSUR, simbólicamente, luce la Cruz del Sur), etc…

La integración es una integridad donde, en su complejidad, tiene cabida el amor…

Quizás esta nota -vivencial- esté llena de imperfecciones… pero como la integración regional es un histórico camino, tan grande y profundo… yo me pregunto ¿cómo en algo así no van a caber el sentido, el sentimiento y el amor?

Al final de cuentas, el amor no se explica…

L´amore non si spiega – Sergio Cammariere


De todo lo consignado, interpreto, se desprende mi ideal para el MERCOSUR… y las características principales del “síndrome de ojos azucarados”… que yo confieso, al sentir que veo bien, mi renuencia a tratarme… y cuya “cura” se produciría -paulatinamente- al desimantar, en lo recóndito de cada corazón, el ideario descripto…

Quilmes, 21 de enero de 2018


Continuando con terminología médica, agregamos un apéndice…

Recomendamos el acceso y lectura de los siguientes links:

(Situación, perspectivas y dimensiones de la integración): http://drdanielrosano.blogspot.com.ar/2016/07/diecinueve-anos-despues.html


Razón de vivir – Víctor Heredia

 
Guarde nos olhos – Ivan Lins

 
Ojos de videotape – Charly García

 
Olhos negros – Emilio Santiago y Nana Caymmi


Juan Rulfo escribió varias cartas a su novia, Clara Aparicio, quien luego sería su esposa (Aire de las colinas, cartas a Clara, Editorial Sudamericana), terminando una de ellas diciendo: “…Clara: hoy he sembrado un hueso de durazno en tu nombre”. Cierta vez leí que lo importante de la siembra no es la cosecha, sino la calidad de la semilla (hueso) que se ha sembrado… y el amor a Clara, es el mejor fruto de sus sentimientos, de raíces fuertes, como la vida misma…


1 comentario:

  1. Brillante Dr Rosano. Como siempre nos tiene acostumbrados. Mg. Leonel Coria

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