Abogado (Universidad Católica de La Plata - 1988).

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miércoles, 14 de diciembre de 2016

A 10 años de la Sesión Solemne de Constitución del Parlamento del MERCOSUR



Amanecí con un recuerdo…

Hace diez -10- años, el 14 de diciembre de 2006, estaba en Brasilia (por la Comisión Permanente del MERCOSUR del COLPROBA y por la Comisión de la Abogacía del MERCOSUR del CCSC) para asistir a la sesión solemne destinada a la constitución del Parlamento del MERCOSUR.

Casi quince -15- años después de la firma del Tratado de Asunción, a finales de 2005, se suscribió y aprobó el Protocolo Constitutivo del ParlaSur. En una sesión especial en el Congreso Brasileño, en diciembre de 2006, se instaló y, en mayo de 2007 en Montevideo, se realizó su primera sesión ordinaria (al presente, ha celebrado 44º sesiones ordinarias).





Quizás uno de los mayores desafíos sea garantizar la elección directa de todos sus integrantes (hasta el momento, sólo Paraguay y Argentina la concretaron).



Soy consciente que dentro de las más ásperas críticas que recibe el ParlaSur están las que ven en su creación solamente un refugio para más burocracia y la que carece de facultades legislativas…En mi opinión, eso no significa que “no sirva”…el error está siempre en apuntar aquello que, por el momento, no puede realizar (y no nos adentraremos aquí en la cuestión de la supranacionalidad) y, además, en no resaltar lo que sí puede tornar operativo…Entretanto, lo que se debería poner a marchar son todas sus competencias…Especialmente, la que tiene directa implicancia sobre la internalización de las normas.

Me produce un profundo rechazo y disconformidad las constantes diatribas (expresando desprestigio y ridiculización…producto de pensamientos estrechos, pero que hacen mucho daño) de ciertos programas (Periodismo Para Todos), medios de comunicación y de la Parlamentaria Mariana Zuvic del espacio político Cambiemos. En el mismo sentido, la actitud del Poder Ejecutivo Nacional, de no abonar las dietas de los Parlamentarios, lo que ha originado sendos reclamos.

Ahora bien, meses antes de la (recordada) sesión de Brasilia, en Córdoba, en una Audiencia Pública, exponíamos:

“-Señor Presidente de la Comisión Parlamentaria Conjunta del MERCOSUR - Sección Argentina, Diputado Nacional Alfredo Atanasof,
-Señor Presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación, Diputado Jorge Arguello,
-Autoridades de la Provincia de Córdoba,
bajo los auspicios de quienes nos permitimos saludar a los demás integrantes de esta mesa y a los invitados que nos honran con su presencia.
-Señoras y Señores:
Es un motivo de especial satisfacción encontrarnos esta tarde en esta Legislatura para participar de la 3° Audiencia del “Ciclo Parlamento MERCOSUR - La Voz de los Ciudadanos en la Integración” cuyo objetivo central es escuchar a los ciudadanos del MERCOSUR e intercambiar opiniones y proyectos sobre la futura instalación del Parlamento del MERCOSUR.
Venimos en representación del Colegio de Abogados de la Provincia de Buenos Aires  (COLPROBA),  que es una institución que nuclea a los 18 Colegios de Abogados de la Provincia de Buenos Aires y atesora ser fiel custodio de la justicia y del estado de derecho.  Cuando las autoridades nos confiaron esta representación que nos honra, estábamos seguros que el emprendimiento era viable porque contábamos para ello con la colaboración de quienes nos acompañan a diario en la Comisión Permanente del MERCOSUR del COLPROBA y, más recientemente y con un carácter federal/nacional, en la Comisión para la Abogacía del MERCOSUR del Consejo Consultivo de la Sociedad Civil de la Cancillería Argentina. Qué agradable, entonces, tener la oportunidad de dirigirnos a Ustedes en este magnífico auditorio.
Comenzaremos diciendo que estamos convencidos que el futuro, un futuro mejor, para nuestro país, pasa por el MERCOSUR; por la integración de la “Patria Grande”. Como clara señal de fortalecimiento institucional en el MERCOSUR, está emergiendo un Parlamento que está guiado, entre otras cosas, por el fin de superar etapas anteriores en el proceso en marcha y abrir nuevos horizontes.
Anhelamos dejar bien expuesto que este Parlamento debe ser fiel a su origen; debe ser orientador con su voz de una nueva época del MERCOSUR.  Sin embargo, aún no es momento de conmemoraciones; se vislumbran por delante años de mucho trabajo en los cuales, entendemos, no faltarán las fuerzas pues, los actores involucrados, jamás dejarán de cumplir el compromiso asumido, por ejemplo, como legisladores y, en lo particular, como abogados en representación de la abogacía organizada de la Provincia de Buenos Aires, que exige de nosotros estar a la altura del proyecto de integración del cual nuestro país es uno de sus principales impulsores.
Creemos que el momento es oportuno para recordar lo que decía Jean Monnet: “...unir a los hombres, resolver los problemas que los dividen, hacerles ver su interés común, porque aunque nada es posible sin los hombres, nada es duradero sin las instituciones”.
El Parlamento del MERCOSUR, deberá ser un refugio de valores. Lo imaginamos con las virtudes de la juventud, como por ejemplo el entusiasmo; y los atributos de la vejez, como por ejemplo, la experiencia y la prudencia. Un Parlamento que, como institución del MERCOSUR, deleitará las vocaciones jurídicas y enriquecerá la doctrina del Derecho de la Integración, rama del derecho que goza del beneficio y desafío propio de la juventud; casi todo está por hacerse y casi todo parece posible.
El futuro Parlamento del MERCOSUR, deberá hacer todos los esfuerzos necesarios para que, en la órbita de la integración y sin perder de vista sus características específicas, se promueva el bienestar general sobre la base de la libertad, la seguridad jurídica, la cultura y el respeto irrestricto por las ideas de todos; en otras palabras, deberá estar abierto a todas las corrientes de pensamiento. Deberá crear su propio estilo al desarrollar los ámbitos de su competencia y ojalá que en esta senda, nunca olvide que representa al pueblo mercosureño.
Los Parlamentarios que integren el Parlamento del MERCOSUR, deberán ser conscientes del enorme compromiso que tendrán con la sociedad regional que espera de ellos. Espera que respondan, que se den cuenta que existen problemas que nos son comunes y que den cuenta ante ella del desempeño de su función; y, además, que entablen con la misma una relación de ejemplaridad. Por el lugar que ocuparán, deberán ser propulsores de un verdadero cambio de calidad en el MERCOSUR.
El Parlamento del MERCOSUR puede ser una excelente “caja de resonancia” para profundizar el análisis del proceso de integración regional; ver los avances en materia política, económica, social, científica y cultural; y también, para detectar limitaciones o dificultades de orden intrarregional o extrarregional.
En este orden de ideas, coincidimos plenamente con lo que se expresa en el prólogo de una reciente publicación que nos permitimos transcribir: “...el MERCOSUR ha vivido varias etapas y diversos momentos que pueden registrarse como trascendentes. Finales del 2005 se recordará, entre otras cosas, por la aprobación del Protocolo que constituye el Parlamento del MERCOSUR...Muchos dicen...que en este cuadro de situación, la creación del Parlamento del MERCOSUR es improcedente, además de que genera más costos y más burocracia. Se trata precisamente de lo contrario. Para sacar al MERCOSUR de este estado de situación es necesario profundizar y democratizar el proceso de integración. La salida del MERCOSUR es más y mejor integración. Y para ello, como ocurre en los propios países, el rol del Poder Legislativo y de los partidos políticos es absolutamente imprescindible[1].
Hemos dicho antes de ahora que los procesos de integración tienen grados o etapas, se van construyendo de a poco y la forma de viabilizar la integración es por el camino del gradualismo.  No es nuestra intención detenernos, en esta oportunidad, ni en el análisis de los conceptos, ni en las diferencias existentes entre cada uno de los que podríamos denominar peldaños o fases de los procesos de integración[2]. Sí queremos, sin embargo, hacer hincapié en una noción que debe ser -y está siendo- revisada: la de soberanía.  Se la consideraba como poder supremo, indivisible, imprescriptible, absoluto y perpetuo de una República, no limitado, ni en poder ni en responsabilidad, ni en tiempo. Este criterio absoluto fue disminuyendo con el tiempo; el concepto no se mantuvo incólume. Jean Monnet también nos decía “que las soberanías nacionales están superadas desde el momento en que no permiten ya a los pueblos europeos vivir al ritmo de su tiempo en la era de las grandes potencias. Cara a Estados Unidos y a la Unión Soviética, que salen reforzados de la Segunda Guerra Mundial, los países del viejo mundo no tendrán más elección que la marginalización o la unión. Esta unión sólo podría provenir de una nueva opción, la de hacer gestionar los intereses comunes por instituciones democráticas y eficaces. Estas instituciones no deben competir o reemplazar a las instituciones nacionales, sino que deben organizar con ellas relaciones de complementariedad y actuar en los ámbitos donde la actividad nacional resulte inadaptada o impotente”[3].
No obstante lo anterior, la simple idea de perder soberanía, poder, competencias, siempre generará alguna resistencia. Empero, baste decir que los países europeos no sólo no han dejado de conservar su individualidad e independencia sino, por el contrario, las han afirmado con la construcción de la Unión Europea. Por otra parte, no solamente deben verse los costos sino también, como algunos autores expresan, “la posibilidad de generar importantes ámbitos donde el compartir regionalmente ciertos derechos representa en realidad un incremento del potencial económico y la capacidad de negociación nacional efectiva”[4]. Creemos que la conformación del Parlamento del MERCOSUR, en cierta medida, nos abre una puerta más a la redefinición del concepto de soberanía; aunque, como bien señala Oscar Casal, “las características de este Parlamento...de ningún modo generan obligaciones directas en el derecho interno de los Estados Partes y de ningún modo este Parlamento representa una estratificación jerárquica superior a las establecidas en las cuatro Constituciones Nacionales”[5].
Si bien no es la ocasión de detenernos en las notas distintivas del Derecho Comunitario ni en conceptos tales como supranacionalidad, órganos intergubernamentales, aplicación inmediata y directa de las normas, etc., percibimos, y creemos no equivocarnos, que si bien pueden generarse algunas dudas respecto a qué modelo de integración seguir, ellas se aventan en su gran mayoría, no son tales, frente a la propuesta concreta de instituir un parlamento.  Ahora bien, no podemos dejar de señalar que la voluntad de integrarse de los Estados debe manifestarse también a través del derecho.  Debemos ser muy conscientes de la importancia que el derecho tiene en los procesos de integración que demandan, necesitan, una consistente y firme construcción jurídica.
Ello así, y volviendo a mirar las cosas con un prisma político, es menester puntualizar que los procesos de integración dependen en su origen y conformación de una decisión política trascendental.  Nadie puede negar la existencia de factores políticos como, asimismo, de una dimensión política que, en relación al MERCOSUR, no puede ni debe dejarse de lado. Hablar de un Parlamento del MERCOSUR, es hablar de la dimensión política del proceso de integración. Todo nuestro país está involucrado; y es el proyecto de país insertado en el MERCOSUR y, desde el mismo, en el mundo[6].  Se ha afirmado, y creemos con razón, que el Parlamento del MERCOSUR será un espacio permanente de la política y de la ciudadanía en la integración[7].
El Parlamento del MERCOSUR es un avance para seguir avanzando. Hay muchos temas por delante: por ejemplo, la seguridad jurídica; el proceso de incorporación normativa; asimetrías constitucionales; armonización legislativa, etc.
Para ir concluyendo resaltamos, en primer lugar, que es muy auspicioso que el Protocolo Constitutivo del Parlamento del MERCOSUR haya ya iniciado su camino para entrar en vigor[8]. En segundo lugar, sostenemos que estas audiencias contribuirán ampliamente a profundizar el camino que transitamos en aras de alcanzar una mayor integración desde todas las aristas involucradas en el MERCOSUR.
Nos resta agradecer la oportunidad para expresar en voz alta estas reflexiones, en la representación invocada, ante Ustedes, tan selecto y calificado auditorio.

Daniel H. ROSANO                                                      E. Jorge VIOLINI
En representación
del Colegio de Abogados de la Provincia de Buenos Aires”





Años más tarde, en 2010, desde la Comisión de la Abogacía para el MERCOSUR del CCSC, alcanzábamos la aprobación del Acuerdo de Cooperación entre el Parlamento del MERCOSUR y el Consejo Consultivo de la Sociedad Civil de la Cancillería, en cuyo exordio se reconoce que tal Acuerdo surgió a iniciativa de la prenombrada Comisión.

El texto puede leerse aquí: 


Cuántos afanes…

Todo a Pulmón - Alejandro Lerner.



Como un niño, aún lo espero todo del ParlaSur.




[1]Véase, Casal, Oscar: El Camino hacia el Parlamento del MERCOSUR; Fundación Friedrich Ebert Stiftung Representación Uruguay, Montevideo, 2006, pág. 7.
[2]Conf. Rosano, Daniel H.: Situación, Perspectivas y Dimensiones de la Integración; en la Revista Jurídica de Doctrina del Colegio de Abogados del Departamento Judicial de Quilmes, año 2, n° 2, noviembre de 1997, pág. 149.
[3]Conf. Monnet, Jean: Un Gran Proyecto para Europa; Documentación Europea, año 1988, pág.7; citado por Roberto Ruíz Díaz Labrano en su trabajo Supranacionalidad e Integración; en el libro V Encuentro Internacional de Derecho de América del Sur: La Integración hacia el Siglo XXI (Alencar M. Proença y Stella M. Biocca - Org.), Educat, Pelotas, Rio Grande do Sul, 1996, pág. 195.
[4]Conf. Mellado, Noemí B. y Urriza, Luis M.: Integración, Derecho Comunitario y MERCOSUR; en la Revista Mundo Nuevo del Instituto de Altos Estudios de América Latina de la Universidad Simón Bolívar, Caracas, año XVII, n°s. 1/2, enero-junio de 1994 (63-64), pág. 138.
[5]Conf. Casal, Oscar, ob. cit., pág. 16. 
[6]Conf. Rosano, Daniel H. ob. cit., pág. 160.
[7]Conf. Casal, Oscar, ob. cit., pág. 16.
[8]El Congreso de la hermana República del Paraguay ha sancionado la Ley número 2925 que aprueba el Protocolo Constitutivo del Parlamento del MERCOSUR.  En Brasil, la Presidencia de la República, encaminó al Congreso el Protocolo.  Otro tanto, se espera de nuestro país en los próximos días.  El artículo 23 del Protocolo reza, en su parte pertinente, así: “1. El presente Protocolo, parte integrante del Tratado de Asunción, entrará en vigor el trigésimo día contado a partir de la fecha en que el cuarto Estado Parte haya depositado su instrumento de ratificación”.



 

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