Abogado (Universidad Católica de La Plata - 1988).

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Quilmes, Buenos Aires, Argentina

jueves, 7 de enero de 2021

Soy arrendatario…

 

Soy arrendatario…

No es mi intención, por el momento, ausentarme de la casa que habito: “Integración Regional”. Pero resulta que preciso un poco más de espacio… Ello así, para reflexionar y mostrar a la política (Nacional, Provincial y Municipal) en un palco escénico. Por lo tanto, alquilé una piecita: soy arrendatario.

Ingreso al cuarto y noto, de inmediato, que varios sentimientos acechan… Es un sueño diurno; no hay detalles dispersos… y me pregunto: ¿lograré transformar mi silencio en esperanza? Y llegar así, finalmente, a la calma…?

La Cumparsita – Carlitos Magallanes y Roberto Pinheiro.

Al son de La Cumparsita pienso en Borges que vinculaba el tango a las vicisitudes de la vida…

Urgido por una mente fatigada, arrojo estos brotes... porque es una manera que encuentro para relacionarme con la política… asumiendo los riesgos del retruécano…

Allá afuera existe un pueblo generoso, corroído por indolencias y fanatismos. Alcanzo a sentir los conflictos y perplejidades de mis congéneres. Su “espera” de la clase política y de sus gobernantes… Señalo, apenas: honestidad, rectitud, prudencia, dignidad y altruismo…

Desde el retorno de la Democracia, es cada vez más “marcante” la degradación política, la primacía del oportunismo que, junto a falsedades, acciones inoportunas, incoherentes o indignas, van generando bronca… broncas que van a parar, por ejemplo, a la grieta… y a otros ámbitos, como a las instituciones políticas partidarias.

Duele e incomoda (tanto como lo comprendo), que una gran parte del pueblo haya fusionado el campo nacional y popular y, sobre todo, al Justicialismo, con el latrocinio; con los odios y los rencores.

No todo es culpa del Peronismo. No todo es culpa del capitalismo o del neoliberalismo. No todo es culpa del otro. Debe atribuirse responsabilidad a todas las partes de la vida política…

En mi opinión, una inmensa mayoría del pueblo está hastiada de la confrontación… de personas, de modelos, del oportunismo, del fanatismo y de las chicanas…

Yo mismo lo estoy… y no estoy en estado de transigir con nadie…

¿Seré sólo yo (no lo creo así) que percibo lo que procuraré describir, muy simple pero elocuentemente, a continuación?

Los ciudadanos, en general, sienten desprecio por la política; y, en particular, por los políticos a quienes no ven fiables. Si fueron elegidos, la población electora sostiene -correctamente- la mira y la vara establecidas en que tienen la obligación de servir y gestionar honestamente en pos del bienestar general; resolver problemas y no complicarle la vida a la gente…; por el contrario, facilitar y allanar los caminos..., etc., etc. Ahora bien, “mayoritariamente”, dejando de lado excepciones y pudiendo variar de localidad a localidad, acontece que aquellos anhelos (la obligación de servir y gestionar honestamente…; resolver problemas y no complicarle la vida a la gente…, etc.) se desvanecen… como si estuviesen ajenos de las aptitudes de la política… e, incluso, de sus intereses…y así se padece el traspié que algunos hasta hemos ayudado a preparar, a veces, con nuestras propias manos…

Si el pueblo pudiera, estoy seguro, alteraría el título de la canción Games People Play por Games Politicians Play…

Games People Play – The Alan Parsons Project

Se configura la “ingloria” en ciertas conductas políticas y en un sinnúmero de realidades que están en contra de la “alta política” que exige, por lo menos, un sentido común acentuado y acrisoladas virtudes.

Mirando las nubes pasar por la ventana me inquiero:

¿Entre cuáles puntos o extremos está oscilando el porvenir del País?

¿Entre un retorno al neoliberalismo y una escalera hacia lo que no conocemos o, apenas, vislumbramos?

Extrapolando a Ortega y Gasset, la política (como también la integración regional) no es un participio… sino un gerundio… No está configurada del todo; sino que se va haciendo… como nosotros, los seres humanos... (a veces puede ocurrir también que nosotros nos vamos deshaciendo… como si estuviésemos infinitamente rotos).

Me ha sucedido, al encontrarme con aquellos que saben que alguna vez pasé por la función pública, que sus ojos me miran fijamente como si pidieran consejo… u orientación.

Y en el devenir de la política, sin estar actualmente del lado de adentro del mostrador, pero corroborando las ciertas palabras de Julián Marías acerca que “la verdad se descubre y consigue mirando; es decir, dejando que la realidad penetre en la mente…”, consigno mi disconformidad con el accionar político / judicial ante el flagelo de la inseguridad.

Así también, mi desacuerdo con la política de limpieza imperante en (mi Ciudad) Quilmes centro. Alcanza con salir a la puerta (o caminar por las calles circundantes) y observar las sendas “murallas verdes a la descubierta” de donde proviene un olor, entre otros, de frutas en descomposición que será (de seguro lo es) aún mucho más desagradable para quienes habitan los pisos inferiores y sus balcones se elevan directamente sobre el hediondo espectáculo.

Y todavía sería peor, pues seguiríamos a oscuras en todo el perímetro de la entrada del edificio donde moro, si el Consorcio no hubiese decidido instalar, en beneficio de todos los copropietarios, tres -3- reflectores… puesto que las luminarias de la acera nunca fueron reparadas por la Municipalidad de Quilmes.

En otro orden, y para ir concluyendo, quiero dejar testimoniado que no entiendo, que no me “cierra” (y he abrevado en varias fuentes), el “ajuste” a los jubilados aprobado, recientemente, en la Honorable Cámara de Diputados de la Nación; dejándome, “coetáneamente”, un sabor aún más amargo la decisión del Juez Ezequiel Pérez Nami (que tiene, como parte -beneficiaria-, a la Vicepresidenta de la Nación, Dra. Cristina Fernández de Kirchner). Pienso las implicancias... (lo legal, lo legítimo... tendrían que converger…).

Sr. Presidente, Sra. Vicepresidenta, Sr. Gobernador y Sra. Intendenta de Quilmes: un hombre, o una mujer, no se encuentra todos los días con su sueño… Hay que luchar por él con honestidad, coherencia, rectitud, prudencia y dignidad.

Como adherente al Frente de Todos (sigo confiando en el ideario del campo nacional y popular y en la doctrina política, económica y social del Justicialismo), humildemente recomendaría:

Prestar atención (y, en lo posible, alcanzar una mirada anticipatoria) a las señales de advertencia… La gran mayoría del pueblo está desesperanzado…

Evitar apuestas riesgosas e imprudentes (a lo mejor pergeñadas, de buena fe, en zonas de confort…) (y mucho más en el contexto de una pandemia).

Concretar el gesto de reducir, en todos los Poderes del Estado (en el Personal Político o Superior), los estipendios. (Con certeza, existirán quienes digan o piensen que lo precitado sería capitalizado por la oposición… Y sí, probablemente… Es que se escapó la tortuga… como en el velorio de Maradona).

Evitar caer en la trampa de que todo es culpa de otro. Que la política, que hoy se mezcla en todo, no contribuya a fomentar los defectos de los seres humanos…

Poner especial atención y cuidado al fanatismo (troskos y necios abundan); puesto que nos puede conducir a otro fracaso.

Grito de alerta – Emilio Santiago

Sinceramente, no creo que mi cerebro cansado divague… No estoy viviendo más en mi ensueño que en la vida…

¿Habrá alguna manera de superar todo lo que como País nos pasa y que, a su vez, sea como nuestra salvación?

Nocturno – Nicolás Guerschberg – Gustavo Musso



Quilmes, 7 de enero de 2021

Advertencia:

Siento la necesidad de escribir esta advertencia (ya lo hice por WhatsApp) (a raíz de algunas consultas de mis relaciones y/o personas conocedoras de mi afinidad al Justicialismo – PJ), a efectos de aclarar, puntualmente, una cuestión respecto del hecho de público conocimiento de la aparición de carteles, como el que luce más abajo, en la vía pública (a partir del mes de noviembre de 2020) al igual que en Facebook o en alguna publicación periodística digital. NO se trata de mí; sino de un homónimo. Y la situación, dista de ser mi ambición.


 

 

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